Papa Francisco: Es hora de mirar hacia adelante con valentía y esperanza.
Por: Sofía Lobos | Fuente: Vatican News El
jueves 15 de octubre a las 14:30 hora central europea, tuvo lugar un
encuentro en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma sobre el
Pacto Educativo Global. Durante esta iniciativa presentada por
Alessandro Gisotti, vicedirector editorial del Dicasterio para la
Comunicación de la Santa Sede, se proyectó un video mensaje del Papa
Francisco y otro de la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay,
junto con testimonios y experiencias internacionales, que buscan mirar
más allá de la pandemia con creatividad.
El
evento fue organizado por la Congregación para la Educación Católica y
transmitido por Vatican News de manera online en italiano, con
traducción simultánea en inglés, francés, español y portugués.
En
su video mensaje, el Santo Padre explica que cuando invitó a iniciar
este viaje de preparación, participación y planificación de un pacto
educativo global, "nunca pudimos imaginar la situación en la que se
desarrollaría", ya que "el Covid-19 ha acelerado y amplificado muchas de
las emergencias y urgencias que estábamos experimentando y ha revelado
muchas otras".
Catástrofe educativa: millones de niños sin escuela
"A las dificultades de salud siguieron las económicas y sociales",
asevera el Santo Padre indicando que los sistemas educativos de todo el
mundo han sufrido la pandemia tanto a nivel escolar como académico y han
mostrado una marcada disparidad en las oportunidades educativas y
tecnológica.
Según
algunos datos recientes de los organismos internacionales, se habla de
una "catástrofe educativa" -afirma el Papa- ante los aproximadamente
diez millones de niños que podrían verse obligados a abandonar la
escuela debido a la crisis económica generada por el coronavirus.
Este
hecho aumentaría una brecha educativa ya alarmante con más de 250
millones de niños en edad escolar excluidos de toda actividad educativa.
"Dar vuelta al modelo de desarrollo"
En el video el Pontífice hace hincapié en que esta situación ha hecho
que se tome conciencia de que "hay que dar la vuelta al modelo de
desarrollo", el modo que tenemos de desarrollarnos como sociedades,
economías y como humanidad.
Centrándose
en el poder transformante de la educación, Francisco recuerda que
educar es siempre un acto de esperanza "que invita a la coparticipación y
a la transformación de la lógica estéril y paralizante de la
indiferencia; en una lógica diversa capaz de acoger nuestra pertenencia
común". Y añade:
“También
somos conscientes de que un camino de vida necesita una esperanza
basada en la solidaridad, y que todo cambio requiere una trayectoria
educativa, para construir nuevos paradigmas capaces de responder a los
desafíos y emergencias del mundo contemporáneo, para comprender y
encontrar soluciones a las necesidades de cada generación y para hacer
que la humanidad florezca hoy y mañana”.
Asimismo, el Papa puntualiza que la educación es una de las formas más efectivas de humanizar el mundo y la historia.
“La
educación es sobre todo una cuestión de amor y responsabilidad que se
transmite de generación en generación. La educación, por lo tanto, se
propone como el antídoto natural a la cultura individualista, que a
veces degenera en un verdadero culto al yo y a la primacía de la
indiferencia. Nuestro futuro no puede ser la división, el
empobrecimiento de las facultades de pensamiento y de imaginación, de
escucha, de diálogo y de comprensión mutua. Nuestro futuro no puede ser
este. Hoy en día se necesita una etapa renovada de compromiso educativo,
que involucre a todos los componentes de la sociedad”.
En
este sentido, Francisco hace referencia a "un camino compartido, en el
que no se permanezca indiferente al flagelo de la violencia y el abuso
infantil, al fenómeno de los niños novios y los niños soldados, al drama
de los niños vendidos y esclavizados".
Llamamiento a "firmar el pacto"
Igualmente, el Santo Padre lanza un llamamiento especial, "a todas las
partes del mundo, a los hombres y mujeres de la cultura, la ciencia y el
deporte, a los artistas y a los trabajadores de los medios de
comunicación, para que también ellos firmen este pacto y, a través de su
testimonio y su trabajo, promuevan los valores de cuidado, paz,
justicia, bondad, belleza, aceptación de los demás y hermandad".
"No
debemos esperar todo de aquellos que nos gobiernan, sería infantil"
-afirma el Papa- "disfrutamos de un espacio de corresponsabilidad capaz
de iniciar y generar nuevos procesos y nuevas transformaciones. Debemos
ser parte activa en la rehabilitación y el apoyo de las sociedades
heridas".
Compromiso personal y conjunto
Es por ello, que el Pontífice subraya que lo que necesitamos actualmente
es "capacidad para crear armonía" e invita a todos a adherirse a este
Pacto Educativo Global, comprometiéndonos personal y conjuntamente a:
1-
Poner en el centro de todo proceso educativo formal e informal a la
persona, su valor, su dignidad, poner de relieve su propia
especificidad, su belleza, su singularidad y, al mismo tiempo, su
capacidad de relacionarse con los demás y con la realidad que le rodea,
rechazando aquellos estilos de vida que favorecen la difusión de la
cultura del derroche.
2-
Escuchar la voz de los niños, y los jóvenes a los que transmitimos
valores y conocimientos, para construir juntos un futuro de justicia y
paz, una vida digna para cada persona.
3- Fomentar la plena participación de las niñas en la educación.
4- Ver en la familia al primer e indispensable educador.
5- Educar y educarnos para acoger, abriéndonos a la los más vulnerables y marginados.
6-
Comprometernos a estudiar para encontrar otras formas de entender la
economía, la política, el crecimiento y el progreso, para que estén
verdaderamente al servicio del hombre y de toda la familia humana en la
perspectiva de una ecología integral.
7
- Salvaguardar y cultivar nuestra casa común, protegiéndola de la
explotación de sus recursos, adoptando estilos de vida más sobrios y
buscando el aprovechamiento integral de las energías renovables y
respetuosas del entorno humano y natural, siguiendo los principios de
subsidiariedad y solidaridad y de la economía circular.
La Doctrina Social: un punto de referencia
En definitiva, el Papa destaca que lo que queremos es comprometernos con
valentía "para dar vida, en nuestros países de origen, a un proyecto
educativo, invirtiendo nuestras mejores energías e iniciando procesos
creativos y transformadores en colaboración con la sociedad civil".
Y
para ello, Francisco asegura que en este proceso, un punto de
referencia es la "Doctrina Social" que, inspirada en las enseñanzas de
la Revelación y el humanismo cristiano; se ofrece como base sólida y
fuente viva para encontrar los caminos a seguir en la actual situación
de emergencia.
Antes de despedirse, el Papa señala un punto fundamental ya que las grandes transformaciones no se construyen en el escritorio:
“Hay
una «arquitectura de la paz» en la que intervienen las diversas
instituciones y personas de una sociedad, cada una según su propia
competencia, pero sin excluir a nadie. Así tenemos que seguir: todos
juntos, cada uno como es, pero siempre mirando juntos hacia adelante,
hacia esta construcción de una civilización de la armonía, de la unidad,
donde no haya lugar para esta virulenta pandemia de la cultura del
descarte”.