Cátedra de Pedro, Francisco Oremos por la Iglesia y S. S. Francisco para que el Espíritu Santo los guíe.
sábado, 25 de marzo de 2017
Que el corazón no se endurezca
Escuchar la Palabra de Dios para evitar el riesgo de que el corazón se endurezca. Lo pidió el Santo Padre en su homilía de la Misa de este 23 de marzo en Casa Santa Martha. El Papa Francisco subrayó que cuando nos alejamos de Dios nos volvemos sordos a su Palabra y llegamos a ser católicos infieles e incluso “católicos ateos”. El Papa se inspiró en la Primera Lectura – un pasaje tomado del Libro del Profeta Jeremías – para desarrollar una meditación acerca de la escucha de la Palabra de Dios. “Cuando nosotros no nos detenemos a escuchar la voz del Señor – subrayó el Pontífice – terminamos por alejarnos, nos alejamos de Él, le damos la espalda. Y si no se escucha la voz del Señor, se escuchan otras voces”.
sábado, 18 de marzo de 2017
Ser indiferente nos corrompe
Estemos atentos a no tomar el camino que del pecado llega a la corrupción. Fue la advertencia de este 16 de marzo del Papa Francisco en la Misa en Casa Santa Martha. El Papa se ha basado en el Evangelio del día, tomado de Lucas, en que el Señor cuenta la parábola del rico y del pobre Lázaro para subrayar que también hoy debemos cuidarnos de cerrarnos a nosotros mismos, ignorando a los pobres y a los “sin techo” de nuestra ciudad.
domingo, 12 de marzo de 2017
El Papa Francisco reza el Ángelus en el Vaticano
Como todos los domingos, el Papa Francisco reza el ángelus con miles de peregrinos, desde la ventana de su estudio del Palacio Apostólico del Vaticano.
Además, tiene una breve homilía sobre el Evangelio de este domingo, y reflexiona sobre varias cuestiones de actualidad.
sábado, 4 de marzo de 2017
El verdadero ayuno es ayudar a los demás
El ayuno verdadero es socorrer al prójimo, el falso mezcla la religiosidad con las especulaciones sucias y los sobornos de la vanidad. Así se expresó el Santo Padre en su homilía de este 3 de marzo en Casa Santa Martha. Las lecturas del día se refieren al ayuno, es decir – explicó el Papa – “a la penitencia que estamos invitados a hacer en este tiempo de Cuaresma” para acercarnos al Señor. A Dios le agrada “el corazón penitente”, dice el Salmo, “el corazón que se siente pecador y que sabe que es pecador”.
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