sábado, 11 de enero de 2014

No debemos ser cristianos de esperanza débil






Quien confiesa bien la fe, y toda la fe, tiene la capacidad de adorar a Dios dijo el Papa en la homilía de esta mañana. "El hombre o la mujer que tiene fe se encomienda a Dios: ¡se encomienda! Pablo, en un momento oscuro de su vida, decía: 'Yo sé bien a quién me he encomendado'. ¡A Dios! ¡Al Señor Jesús! Encomendarse: y esto nos lleva a la esperanza. Así como la confesión de la fe nos lleva a la adoración y a la alabanza de Dios, el encomendarse a Dios nos lleva a una actitud de esperanza. Hay tantos cristianos con una esperanza con demasiada agua, no fuerte: una esperanza débil. ¿Por qué? Porque no tienen la fuerza y el coraje de encomendarse al Señor. Pero si nosotros los cristianos creemos confesan ...