sábado, 11 de febrero de 2017

En la tentación no se dialoga, se ora







En la debilidad de las tentaciones, que “todos” tenemos, la gracia de Jesús nos ayuda a no escondernos del Señor, sino a pedir perdón para levantarnos e ir adelante. Lo afirmó el Santo Padre en su homilía de la Misa de este 10 de febrero en Casa Santa Martha, en que reflexionó acerca del diablo que tienta tanto a Adán como a Eva y también al Señor. Sin embargo, el Pontífice recordó que con Satanás no se dialoga, porque se termina en el pecado, en la culpa y en la corrupción. Lo que hay que hacer – dijo – es seguir la Palabra de Dios.