sábado, 5 de enero de 2019

Dejémonos consolar por Dios





El Señor nos consuela con la ternura, como hacen las mamás que acarician a sus niños cuando lloran. Lo subrayó el Santo Padre la mañana de este 11 de diciembre en su homilía de la Misa celebrada en Casa Santa Martha, en que exhortó a dejarnos consolar por Dios sin oponer resistencia. La Primera Lectura tomada del Libro del profeta Isaías, es precisamente una invitación al consuelo: “Consuelen, consuelen a mi pueblo, dice su Dios”. Se trata, por lo tanto, del “consuelo de la salvación” – evidenció el Papa – de la buena noticia que “hemos sido salvados”. Cristo Resucitado, en aquellos cuarenta días, con sus discípulos hace precisamente esto: consolar. Pero “nosotros no queremos correr el riesgo” y “oponemos resistencia al consuelo” como si “estuviéramos más seguros en las aguas turbulentas de los problemas”.