domingo, 14 de julio de 2019

La paz de Jesús como la calma del mar




 n su homilía de la Misa de este 21 de mayo, el Santo Padre ofreció una reflexión sobre el don prometido por Jesús antes de despedirse de sus discípulos, es decir: la paz. La paz que no viene del mundo sino del Espíritu Santo, que es profunda, permanece durante las pruebas y nos da el valor para seguir adelante. “La vida de persecuciones y tribulaciones parece ser una vida sin paz” y, en cambio, es la última de las Bienaventuranzas, recordó el Pontífice: “Bienaventurados ustedes cuando los insulten, los persigan y, mintiendo, digan todo tipo de mal contra ustedes por mi causa”.