sábado, 18 de julio de 2020

NUESTRAS FAMILIAS




La familia tiene que ser protegida.
Son muchos los peligros a los que está enfrentada: el ritmo de vida, el estrés...

A veces los padres se olvidan de jugar con sus hijos.

La Iglesia tiene que animar y estar al lado de las familias ayudándolas a descubrir caminos que les permitan superar todas estas dificultades.

Recemos para que las familias en el mundo de hoy sean acompañadas con amor, respeto y consejo.

 Y de modo especial, sean protegidas por los Estados.